Para mí quedarme quieto es salir de mi mente y entrar en mis sentidos. Dado que la mayor parte del país está haciendo una pausa nacional, es posible que se sienta mal. Si estás acostumbrado a llenar tu tiempo y tu mente con formas de mantenerte ocupado, es posible que estés pasando por un momento difícil.
El desafío de permanecer quieto ha sido rechazado, ¿cómo lo llevas ? ¿Notas algunos sentimientos de ira, ansiedad, frustración o inquietud? Usted no está solo. Sin nada que HACER, muchos de nosotros podemos estar enfrentando partes de nosotros mismos que nuestra conciencia no conoce muy bien.
La mejor manera de conocer estas nuevas partes de mí es quedarme quieto. Quedarse quieto no significa desconectarme de la vida, significa conectarme con mis sentidos que son la puerta de entrada a mi Alma. Cuanto más salgo de mi cabeza y entro en mis sentidos, más espacio creo en mi campo de conciencia.
Cuanto más me sintonizo con mi campo de conciencia y creo más espacio, más me entiendo mejor, lo que a su vez me ayuda a interactuar con los demás y conmigo mismo de forma más auténtica. También potencio mis cualidades de liderazgo y mejoro mi pensamiento crítico, todas habilidades que conlleva aprender a permanecer quieto.
Entonces, ¿cuál es un ejemplo de alféizar de pie, si no adormece y desconecta, qué es? Para mí, es involucrar mis manos.
Hace mucho tiempo, la gente de nuestra cultura tenía un oficio, y ese oficio nos sustentaba de muchas maneras además del dinero. Nos proporcionó un espacio para salir de nuestra mente pensante y entrar en nuestra creatividad y sentidos. Activamos nuestros sentidos del tacto, el olfato, la vista y el oído. Era la mejor manera de ser con atención plena. Creamos con el corazón y desde la plenitud que somos. Tejer un suéter, trabajar madera, moler granos o tejer durante todo el día era la forma de permanecer conectados con nuestra totalidad.
Me imagino que no se trataba del producto terminado, sino de la conexión con nuestras almas durante el proceso de creación. Al menos eso es lo que aprendí cuando era adolescente, cuando mi abuela me enseñó a acolchar y coser un verano.
Para mí, eso es lo que significa estar quieto: una verdadera conexión con lo Divino interior y la capacidad de liberar todo lo que estoy pensando y entrar en un espacio de pura creatividad y potencialidad sin apegarme a cómo tiene que ser al final. .
Durante la pausa de nuestra Nación, los aliento a permanecer quietos involucrando sus manos y estar abiertos a las maravillosas creaciones que están generando.
Quedarse quieto
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