Cuando se trata de curación emocional, aquí es donde la malaquita amplifica sus poderes. Uno de los elementos más fuertes que se desprende de la malaquita son sus inmensos poderes de protección. La malaquita tiene que ver con eliminar las emociones tóxicas, eliminar las energías no deseadas y garantizar que esas vibraciones negativas permanezcan a 6 pies de distancia en todo momento. Te da coraje, sabiduría y la capacidad de detectar y decir no a todo tipo de chantaje emocional. Es una piedra que envía una campana de advertencia cuando las cosas no son lo que parecen, lo que a su vez te otorga la fuerza interior y la confianza que necesitas para saber que, pase lo que pase, esta piedra te enseñará cómo cuidarte sin la paranoia. .
Cuando no está ocupada barriendo el camino de la mala energía, la malaquita se trata de brindarte la capacidad de aceptar el cambio. También se la conoce como la Piedra de la Transformación. La malaquita te brinda una dosis diaria de coraje, te invita a salir de tu zona de confort y te recuerda que, para avanzar en la vida, hay algunas cosas que quizás debas dejar atrás. Lo hace sin perder la empatía ni perder el equilibrio, pero de alguna manera te mantiene centrado, tranquilo y capaz de abordar decisiones emocionales con facilidad y gracia.