“Desde el útero debemos repetir con regularidad que amarnos a nosotros mismos es sobrevivir. Creo que eso es lo que mi padre quería para mí y sabía que necesitaría desesperadamente: una herramienta para sobrevivir, la verdad de mi dignidad nombrada como una misericordia nueva cada mañana”.
Así escribe Cole Arthur Riley en su inolvidable libro de historias y reflexiones sobre el descubrimiento de lo sagrado en su piel. En estas páginas profundamente conmovedoras, Arthur Riley reflexiona sobre las historias de su abuela y su padre, y cómo le revelaron una espiritualidad encarnada que afirmaba la dignidad, no sólo en lo que creían sino en el acto mismo de vivir. Al escribir de manera memorable sobre su propia infancia y su recuperación, Arthur Riley explora audazmente algunas de las cuestiones más urgentes de la vida y la fe: ¿Cómo puede la espiritualidad no silenciar el cuerpo, sino permitirle cobrar vida? ¿Cómo honramos, lamentamos y sanamos las historias que heredamos? ¿Cómo podemos encontrar la paz en un mundo abrumado por la dislocación, el ruido y el malestar? En esta obra indeleble de narración contemplativa, Arthur Riley nos invita a descender a nuestras propias historias, examinar nuestra capacidad de descansar, maravillarnos, alegrarnos, enfurecernos y repararnos, y descubrir que nuestra humanidad no es un enemigo de la fe, sino una evidencia de ella.
Al mismo tiempo una meditación espiritual convincente, un poderoso relato intergeneracional y una tierna narrativa sobre la mayoría de edad, This Here Flesh habla poderosamente a cualquiera que sospeche que nuestras historias podrían tener algo que decirnos.
Cole Arthur Riley es el creador de Black Liturgies, un espacio para palabras espirituales negras de liberación, lamento, rabia y descanso; y un proyecto del Centro para la Dignidad y la Contemplación donde se desempeña como Curadora Ejecutiva. Nacido y criado principalmente en Pittsburgh, Cole estudió Escritura en la Universidad de Pittsburgh. Una vez tomó muy en serio el consejo de un profesor de empezar a escribir un poco todos los días, y lo ha seguido durante casi una década.