Si bien la turmalina negra puede parecer desprovista de cualquier color, es una piedra enormemente poderosa para aquellos que desean usar un manto de protección constante. Potente, de color negro como la tinta y con fuertes fuerzas de conexión a tierra, esta piedra de color azabache es conocida por tragar energías negativas. Ayuda eficazmente al usuario a liberarse de los sentimientos oscuros, convirtiendo estas vibraciones ansiosas en un giro positivo que nutre el alma.
La Turmalina Negra está profundamente conectada con los chakras base, esas raíces terrenales que te ayudan a sentirte seguro en tu lugar en esta tierra. Cuando tus chakras raíz están maravillosamente equilibrados y bajo control, esto te otorga esa confianza profundamente arraigada en ti mismo para aceptar quién eres, decir tu verdad y emprender tu propio camino hacia la curación espiritual. Y la Turmalina Negra puede allanar el camino.
Proveniente de los rincones más remotos del guante, la turmalina negra se puede encontrar en las exuberantes selvas del Amazonas de Brasil, las elevadas montañas que dividen Pakistán e incluso junto a las olas saladas de Maine. La primera pieza de turmalina negra se encontró allá por el año 1400, en lo profundo del escarpado corazón de Sajonia, Alemania, donde se recogió la soñadora pieza de oscuridad cerca de una antigua mina de estaño. Desde aquellos días, la Turmalina Negra ha recorrido un largo camino en nuestra conciencia, y estas propiedades únicas conforman la piedra protectora conocida por mantener alejadas las malas energías.