"Uno de los pensadores más importantes de nuestros días" (Utne Reader) ofrece su trabajo más audaz en este manifiesto erudito, tenaz y de gran alcance. Nunca el mundo había parecido tan completamente unido, en forma de comunicación, comercio y cultura -y tan salvajemente destrozados- en forma de guerra, crisis financiera, calentamiento global e incluso migración de enfermedades. En un mundo que se globaliza rápidamente, la raza humana parece quedarse corta continuamente, incapaz de reunir los recursos mentales colectivos para verdaderamente "pensar globalmente y actuar localmente". En su libro más ambicioso hasta la fecha, el exitoso crítico social Jeremy Rifkin muestra que esta desconexión entre nuestra visión del mundo y nuestra capacidad para realizar esa visión reside en el estado actual de la conciencia humana. La propia forma en que está estructurado nuestro cerebro nos predispone a una manera de sentir, pensar y actuar en el mundo que ya no es del todo relevante para los nuevos entornos que hemos creado para nosotros mismos. El entorno creado por el hombre se está transformando rápidamente en un espacio global, sin embargo, nuestros modos de conciencia existentes están estructurados para épocas anteriores de la historia, que se están desvaneciendo con la misma rapidez. La humanidad, sostiene Rifkin, se encuentra en la cúspide de su mayor experimento hasta la fecha: remodelar la conciencia humana para que los seres humanos puedan vivir y florecer mutuamente en la nueva sociedad globalizadora. En esencia, este cambio de conciencia se basa en acercarse a otros. Pero resistir este cambio en las relaciones humanas y en los modos de pensar, sostiene Rifkin, significaría ineptitud y desastre para enfrentar los nuevos desafíos que nos rodean. A medida que las fuerzas de la globalización se aceleran, se profundizan y se vuelven cada vez más complejas, es probable que las antiguas formas de conciencia racionales y basadas en la fe se estresen, e incluso se vuelvan peligrosas, al intentar navegar en un mundo cada vez más fuera de su alcance y control. De hecho, el surgimiento de esta conciencia empática tiene implicaciones para el futuro que probablemente serán tan profundas y de largo alcance como cuando los filósofos de la Ilustración trastocaron la conciencia basada en la fe con el canon de la razón.