En agosto de 2003, prácticamente de la noche a la mañana, Jan Frazier experimentó "una dramática desaparición del miedo", no sólo el miedo inmediato a su examen médico anual sino, como aprendió con el paso del tiempo, su miedo a todo. Estaba "inundada de una alegría sin causa que nunca me abandonó". En este libro, la creencia común de que la iluminación es sólo para los santos se desmorona. Cualquiera puede ser iluminado y todo lo que tenemos que hacer es preguntar.
- Las armas y el dinero no van a comprar la tranquilidad. Renunciar al miedo lo es.